El incremento de la esperanza de vida supone que tenemos que buscar nuevas solucionas jurídicas para las personas mayores o personas con discapacidad.
Hay un altísimo porcentaje de posibilidades de llegar a viejos, y también es alto el porcentaje de posibilidades de sufrir alguna enfermedad o trastorno fisiológico propios de una avanzada edad o de un desafortunado accidente.
Las demencias asociadas a la edad, muchas de ellas de carácter degenerativo, en muchas ocasiones, impiden a la persona gobernarse a sí misma, y hace necesario recurrir a medidas de protección, tanto de la persona como de su patrimonio.
Cuando la persona es plenamente capaz y toma conciencia de una futura incapacidad, puede decidir quién velará por sus intereses den el futuro.
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